La maldición de la casa grande es la nueva novela de Juan Ramón Lucas

“Vuelvo a la casa de los hombres que amé y odié, donde aprendí a leer y se escribió mi destino, para romper la maldición que pesa sobre los Zapata porque quiero salvar la vida de mi hijo”.
En la España de finales del siglo XIX hubo un lugar opresivo y violento en el que imperaba la ley de los patronos mineros, la ferocidad de sus sicarios y la desesperación de decenas de miles de personas que acudieron allí en busca de El Dorado y solo encontraron explotación y miseria.
En ese universo cruel reina Miguel Zapata, el Tío Lobo, sobre cuya sangre pesa una maldición. Para conjurarla, una mujer, María Adra, vinculada por amor a su estirpe, decide rescatar su historia del olvido.
Un viaje vital, un relato de leyenda, que arranca de una pasión amorosa y, a través de mujeres y hombres de fuerte carácter, discurre por el escenario real de una España desconocida que nos pone ante lo mejor y lo peor de la condición humana. Mezclando personajes reales y de ficción, utilizando acontecimientos documentados y episodios surgidos de su imaginación, Juan Ramón Lucas teje una novela absorbente en la que una historia de amor funciona como contrapeso perfecto de la dureza de la biografía de Miguel Zapata.
Dividida en tres partes –El amor, El secreto y la Muerte-, la novela está narrada en primera persona por María Adra, amante del primogénito del patriarca y madre de un nieto bastardo del Tío Lobo, marcado por la misma maldición que llevó a los ojos de Miguel Zapata y Juana Hernández, su esposa, a una muerte prematura. El autor nos ofrece una espectacular recreación de una época y de unos escenarios excepcionales. Revive la violencia de la vida en la cuenca minera de La Unión, vemos desfilar a sicarios y pistoleros a sueldo del patrono, a los mineros que dejan su salud en unos pozos en los que la vida no vale nada, vivimos la degradación provocada por el alcohol, la única vía de escape para muchos de ellos, los abusos laborales y sexuales…
Este años se cumple el centenario de la muerte de Miguel Zapata Sáez, una muy buena excusa para rescatar una parte de nuestra historia que, por distintas razones, nos ha sido hurtada.
