DE BIARRITZ A NIZA, Celeste 65, la nueva novela de José C. Vales

Celeste 65 está escrita con el peculiar tono satírico de José C. Vales, en una muestra de carácter literario y dominio endiablado del humor. Un relato que nos transporta a una época deslumbrante, llena de glamour, que retrata con precisión un mundo deliciosamente vital.

«Créame, amigo Nigel, dijo el señor Levv dándome unas amables palmaditas en el brazo: Estos años pasarán a la historia como la época en que las jovencitas empezaron a hacer lo que les daba la gana. A pesar de mi estupor habitual, yo ya me había dado cuenta de ese detalle antropológico. El señor Levv miró el vino blanco y helado a trasluz y añadió: Y eso no puede acarrearnos más que desgracias.»

El verano de 1965 está en su apogeo en la Riviera francesa, poco antes de que cuatro maravillosos muchachos de Liverpool: John, Paul, George y Ringo enciendan la mecha del estallido pop con un memorable concierto en el Palacio de Exposiciones de Niza. Allí, en el Negresco, en el más lujoso y refinado hotel de la Côte d’Azur se da cita, entre tumbonas al sol con sofisticados cáteles o distinguidas recepciones, además de los populares Fab Four, lo más granado de la alta sociedad entre intelectuales, artistas, estrellas de cine como Mylène Demongeot o Brigitte Bardot, o la nobleza en papel satinado, como la mismísima Grace Kelly, la princesa de Mónaco, junto al príncipe Raniero. Pero también una legión de aventureros, oportunistas, dudosos personajes, servicios secretos, nazis de incognito, más de un espía encubierto en plena Guerra Fría y puede que hasta algún fugitivo.

Uno de ellos, sin duda entrañable y quizá con pocas luces, se hace llamar Nigel Balghidder-Ninloch y pasa por escocés. Otro personaje misterioso es una muchacha llamada Celeste perturbadoramente bella, con los pies vendados, que sacude sus caderas al ritmo del twist o con The Beach Boys o The Shadows, supuestamente a la caza de un antiguo mapa astronómico, comisionada por su tío anticuario de Londres. Pero ni esos son sus verdaderos nombres ni nada es lo que parece; y el glamour y la joie de vivre que se respira a raudales desde Saint-Tropez a San Remo, a pesar del auge del existencialismo, esconde más de un peligro en una rocambolesca trama de intrigas cruzadas de alto vuelo.

Con estos mimbres regresa el autor de Cabaret Biarritz a la novela con Celeste 65. Una deliciosa comedia de enredos en clave de intriga, en la que brilla su endiablado sentido del humor y el particular tono satírico de José C. Vales chisporrotea incombustible para dar lo mejor de sí. Con encantadora ligereza, y hasta se podría afirmar que con cierta frivolidad, José C. Vales retrata minuciosamente un mundo deslumbrante, tan henchido de encanto y glamour que cambiaría para siempre la iconografía del siglo XX.

Pero cuidado que no todo lo que brilla es polvo de estrellas en aquel inolvidable universo de papel satinado que llega hasta nuestros días. Y esa aparente ligereza de un relato que embriaga al lector en su juguetona peripecia oculta algo más que el delicioso anhelo vital de sus personajes. Una verdadera maravilla narrativa ambientada en el verano nizardo del 65 que trasciende todos los veranos de una vida. O como el mismo José C. Vales lo dice: “Esta es una novela sobre la posibilidad de disfrutar de la vida y del amor, a pesar de todo, y sobre la asombrosa habilidad para engañarnos y ser felices. Porque enamorarse o ser un héroe es sencillo: basta con ser lo suficientemente estúpido”.

Celeste 65

En los años 60, Linton Blint, un hombre con una vida gris, amargado por su falta de carácter y maltratado por su familia, se ve obligado a huir de Inglaterra.

Aunque siente terror por un mundo del que desconfía y que desconoce (el mundo pop y rebelde de los años 60), llega a la ciudad de Niza, en la Riviera francesa, donde asiste con asombro a todo el brillo y el fulgor del verano en una de las ciudades más glamurosas del mundo, rodeado de música pop, rabiosísima moda y estrellas de cine.

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