Los últimos del XX
El poeta debe ejercer en el lector una profunda emoción. Leer poesía en silencio y en soledad puede ser una experiencia única que aproxime al lector al alma del poeta, de tal forma que sienta que es él el verdadero creador de ese poema que le describe, que le alimenta, que le conforta. Es así cuando el poeta se convierte en verdadero demiurgo, en el auténtico mago que le da una vuelta más al lenguaje que usamos cada día para conseguir que la unión de palabras archiconocidas cobren un valor nuevo y nos sorprendan […]. Todos los autores de esta Antología son hijos de su tiempo. Son modernos en el sentido en que Hermann Bahr deseaba como el único deber en la vida; pero ser moderno no es otra cosa que ser actual y contemporáneo. Y todos estos poetas de fin de siglo lo son.