Regresa Esther Bendahan con nueva novela, «Si te olvidara, Sefarad»

¿Qué sabemos los españoles de Sefarad? Dice la autora de este ensayo, que «en muchas ocasiones junto a las preguntas que se hacía en diferentes edades, sobre todo en épocas de crisis, como: «¿Quién soy?» además, ha debido responder a la de: «¿Quién eres?», o para ser más precisa: «¿Quiénes sois?». Sentía que en ese sois había exclusión y diferencia.

Durante mucho tiempo se sintió en la obligación, sin que nadie se lo pidiera, de responder. Y al hacerlo tenía que explicar el judaísmo y Sefarad como patrimonio de todos nosotros, aunque muchos lo ignoren. Al escribir este libro, Esther Bendahan ha pretendido traer al presente una forma de ser español, una nación de España sin territorio. Porque hoy, que tantas dudas suscita la idea de España, es bueno recordar.

«Mi recuerdo más remoto está bañado de rojo», dice Elías Canetti en La lengua absuelta. El mío es un azul flotando sobre palabras. La palabra tiene tanta fuerza desde mi origen que me basta con nombrar algo para desencadenar todo tipo de emociones. Así, escribir cuentos, relatos, novelas se ha convertido en el modo de ordenar las imágenes, el miedo, las palabras y darles sentido.

El exilio, la conciencia temprana de la diferencia, la pertenencia a una familia sefardí y judía me dio la herramienta para ir golpeando palabras. Deshojando alcachofas, Premio Fnac, supuso la certeza de un inicio. Más tarde llegaron: Déjalo ya volveremos, donde contaba el exilio de una familia judía del norte de Marruecos, La Cara de marte, una novela de crecimiento y juventud premiada con el Tigre Juan, el Premio Torrente Ballester por Amor y ley y El Tratado del alma gemela.

Me alegra especialmente poder colaborar desde un espacio abierto del Ministerio de Exteriores español, el Centro Sefarad Israel, en iniciativas culturales que quieren fijar en nuestro país la diversidad.

Si te olvidara, Sefarad

¿Qué sabemos los españoles de Sefarad? Dice la autora de este ensayo, que «en muchas ocasiones junto a las preguntas que se hacía en diferentes edades, sobre todo en épocas de crisis, como: «¿Quién soy?» además, ha debido responder a la de: «¿Quién eres?», o para ser más precisa: «¿Quiénes sois?». Sentía que en ese sois había exclusión y diferencia.

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