Donde nadie me llama
Fernando Beltrán (Oviedo, 1956) defiende y practica una escritura inconformista y arriesgada, alerta y comunicante, que viene cimentando desde Aquelarre en Madrid (1983) y a la que ha permanecido fiel hasta hoy. Así lo confirma el título con el que nos llega ahora este libro, Donde nadie me llama, que subraya la actitud estética y ética distintiva del poeta, que es el que se inmiscuye, el que pone el dedo en la llaga, el que está donde no se le espera, aunque en el fondo todos lo esperamos ahí, pues sólo desde esa posición interrogativa e indiscreta, incómoda y revulsiva, se nos revela viable una poesía a la altura de los hechos, de los sentimientos y de los tiempos.