El fin del mundo tal y como lo conocemos
Igual que en el siglo XX desaparecieron imperios que parecían eternos, preceptos morales que habían durado mil años y dogmas científicos que resultaron falsos, en el XXI vamos a decir adiós a muchas de esas tecnologías, costumbres e ideas que nos rodean desde que nacimos. Y la misma suerte que corrieron los videoclubs, el fax y la URSS, la vivirán en breve muchas de las profesiones y los aparatos que nos rodean, como los volantes y el mando a distancia.
¿Cuánto de lo que vemos se desvanecerá? Se avecina el fin de los idiomas y de las cajas registradoras. Y a medida que vamos olvidando cómo era el mundo antes de Google, desaparece la noción de privacidad, la costumbre de conversar y hasta el reloj biológico. Sin olvidar el más ambicioso de todos los avances que la ciencia espera lograr este siglo: el fin del envejecimiento.