Los muertos no se tocan, nene
Rafael Azcona fue uno de los guionistas de cine más prestigiosos del mundo, pero también un escritor de primera línea.
Los muertos no se tocan, nene es un trasunto autobiográfico sobre un adolescente que se enamora, donde se dan cita los años cincuenta y Logroño, la amargura, el pesimismo, las sonrisas inesperadas, las carcajadas, los guiños de cómplice y la perspicacia de un autor que en palabras de Josefina Aldecoa era «fuerte, desarmado, tierno, independiente, rebelde, insobornable, solitario, solidario, tremendamente reservado bajo su apariencia jovial, su palabra ingeniosa, su corrosivo sentido del humor. Rafael Azcona o la lucidez de un escritor».
Esta novela pertenece a la trilogía Estrafalario, iniciada en 1958 por Rafael Azcona. El cineasta italiano Marco Ferreri y el guionista español rodaron las películas El pisito y El cochecito, pero nunca consiguieron llevar al cine la versión de aquella primera novela del escritor.
A modo de homenaje, José Luis García Sánchez ha rodado una película basada la novela Rafael Azcona, cuya adaptación y guión son de David Trueba, Bernardo Sánchez y el propio director.