¿Hasta dónde puede llegar una mentira? ¿Qué recorrido puede llegar a tener un engaño? La respuesta es clara: hasta donde la gente esté dispuesta a creer y hasta donde dé de sí la manera en que se disponga el relato.
Un pueblo minero durante los años en los que el carbón todavía era un reclamo y la mina proporcionaba el sustento a muchas personas. Una niña que crecía en una familia precaria en apego y en recursos, que se ve atrapada en el epicentro de un fraude y que, de buenas a primeras, pasa a protagonizar un enredo en el que, a pesar de ser el personaje principal, aparentemente, no tiene ni voz ni voto. Una historia que se va complicando cada vez más, a la que van incorporándose actores, hasta dar forma a un elenco cada vez más intrigante y marrullero. Una novela divina muy de aquí abajo.